¿Autónomo o Sociedad Limitada?

Ventajas e inconvenientes

Hoy vamos a elegir entre el autónomo o Sociedad Limitad

Como esta es una gran decisión que debemos tomar en nuestro proyecto empresarial, debemos decidir cuál va a ser la figura jurídica que vamos a utilizar en cada fase del proyecto.

Así es que vamos a repasar las ventajas y desventajas de ser un empresario individual autónomo y la sociedad limitada, que son las dos grandes figuras.

Hay más muchas más que debéis conocer, pero normalmente la decisión está entre establecerse como autónomo o crear una sociedad limitada.

Si te preguntarás cuál es la mejor forma jurídica para empezar un proyecto de emprendimiento, bueno, pues, esta pregunta no tiene una solución sencilla, pero si te diré que el empresario individual, el autónomo, tiene una serie de ventajas que para poner en marcha un proyecto son muy interesantes.

Por ejemplo, la flexibilidad y la rapidez con la que nos podemos poner en marcha. El autónomo no requiere grandes trámites para poder empezar la actividad, lo podemos hacer prácticamente de un día para otro. Estamos hablando que el autónomo, el empresario individual, no tiene que hacer una aportación inicial de capital, con lo que te va a salir mucho más barato ponerte en marcha y ver si efectivamente ese producto, mínimo viable, que estás creando para sacar al mercado, tiene posibilidades de convertirse en un gran negocio.

También tienes que tener en cuenta que toda esa gestión que vas a hacer de tu negocio siendo autónomo, siendo empresario individual, va a ser un poquito más sencilla que si fueras una sociedad y también es importante saber que el autónomo va a tener una serie de ventajas a la hora de cotizar a la seguridad social.

Empezamos con esa tarifa plana de 60 euros al mes por ser nuevo emprendedor que solamente podrás aplicar si eres empresario individual, si tienes una sociedad limitada, eres el administrador y te tienes que dar de alta como autónomo societario y además tendrás que pagar la cuota mínima desde el principio, que estamos hablando de unos 360 euros mes, con lo que el tema del coste también es un tema que puede ser importante a la hora de decidir la forma jurídica para empezar el proyecto.

Uno de los grandes problemas que tenemos con el empresario individual, con el autónomo, es sobre todo cuando nuestro negocio empiece a crecer, cuando empezamos a generar beneficios, pero también aumenta el riesgo, es que en un momento dado puedan quedar deudas, es la responsabilidad.

Es importante que tengáis en cuenta la responsabilidad desde el principio y yo entiendo que muchos de vosotros emprendedores cuando estáis poniendo en marcha un negocio no queréis pensar en la parte negativa, en lo que puede pasar si esto no sale bien, es importante que tengamos un plan B, un plan C o un plan D.

El emprendimiento consiste en intentarlo una y otra vez y por eso tenemos que tener preparado una salida.

¿Cuál es el gran problema del autónomo del empresario individual?, que su responsabilidad es ilimitada, construcciones presentes y futuras vamos a responder de esa actividad económica. Así que yo recomiendo que en cuanto nuestro negocio empiece a crecer, empecéis a tener empleados, estáis ya realizando inversiones un poco importantes, poneros a constituir vuestra sociedad limitada.

Esta forma jurídica que nos protege nuestro patrimonio y separa el patrimonio personal del empresarial, pues, sea la utilizada para que si las cosas no terminan de ir bien no se convierta este emprendimiento en el último emprendimiento que podamos llevar a cabo.

También tenéis que tener en cuenta que si vuestro negocio empieza a crecer vais a tener nuevas necesidades, por ejemplo, necesidades financieras. La figura de la sociedad limitada va a permitir incluir socios capitalistas dentro del accionariado y de cara a conseguir, por ejemplo, financiación en los bancos, aunque normalmente os van a pedir vuestras garantías personales, la figura de la sociedad limitada, tienes mejor imagen y es más fácil conseguir acceso a esos fondos, que si somos un empresario individual.

Yo os recomiendo que una vez que empecéis a crecer y vuestras necesidades vayan evolucionando dentro del proyecto empresarial, podáis evolucionar hacia esa sociedad y como os decía al principio, vamos a trazar esa línea en la que yo personalmente os recomiendo que pasemos de una figura jurídica cómo es el empresario individual, el autónomo, a una sociedad limitada que nos va a proteger de manera más importante y nos va a dar una serie de ventajas sobre la figura del empresario individual.

El primer parámetro que tenemos que tener muy en cuenta, una línea que podemos trazar que yo personalmente os voy a dar, mi línea para pasar de un proyecto como empresario individual a sociedad limitada.

En primer lugar, trabajadores, en el momento que tengamos trabajadores, yo te voy a recomendar que pases de una figura de autónomo a una de sociedad limitada, porque es muy sencillo, porque hoy hay negocio, pero mañana no lo hay y si tenemos un empleado que ha estado con nosotros 20 años, pues vamos a tener que indemnizarle por esos 20 años.

Si no hay negocio, ya no hay dinero de donde sacar esa indemnización, pues esa deuda nos va a perseguir toda la vida, así que el primer trabajador, puede ser un buen momento para que cambiemos de autónomo a sociedad limitada.

La segunda línea clave para decidirnos pasar de autónomo a sociedad limitada tiene que ver con el beneficio, tiene que ver con los impuestos que vamos a pagar por ese beneficio. Hoy la línea la pongo en un beneficio como autónomo de entre 35 y 40 mil euros al año. Cuando estemos subiendo esos beneficios de más allá de los 35 mil o de los 40 mil euros, yo ya te recomiendo que constituyas una sociedad limitada. Te va a permitir gestionar mucho mejor ese beneficio y además vas a pagar en principio menos impuesto, como bien sabes el autónomo paga por IRPF, que es un impuesto progresivo, cuanto más beneficio tienes más porcentaje del beneficio tienes que pagar en impuestos.

Otro punto a tener en cuenta es cuando vamos a pasar ya, a comercializar nuestro producto, ya tenemos ese producto mínimo viable y ahora tenemos que ofrecérselo, por ejemplo, si es nuestro caso, a otras empresas. En este punto, sí que considero que la imagen comercial que tiene una sociedad limitada es muy superior a la del autónomo, puede ser un buen punto para hacer evolucionar nuestra forma jurídica desde el empresario individual a la sociedad limitada.

Por último, necesidades de crecimiento, si nuestro negocio necesita crecer o está creciendo, es un buen momento para plantearnos pasar del empresario individual a la sociedad limitada.

Recordemos que la sociedad limitada nos va a permitir, contar con socios dentro de nuestra organización, bien sean socios técnicos, que nos van a ayudar con ciertas cosas que necesitamos dentro de la sociedad o ciertos conocimientos y ciertos contactos, lo que nos haga falta. Nos van a aportar esa financiación, esos recursos económicos, que podamos necesitar para hacer crecer con seguridad nuestro proyecto de emprendimiento.

Así que amigos, espero haberos podido ayudar con la elección de la forma jurídica, el autónomo o empresario individual y la sociedad limitada, en mi opinión, como ya os he dicho no son excluyentes, podemos empezar como autónomos.

Podemos ver que efectivamente hay agua en la piscina y una vez que empezamos a crecer, empezamos a contratar empleados, hay posibilidades de generar beneficios, necesitamos ir incluyendo socios, podemos tomar esa decisión y pasar, como os decía, de empresario individual a sociedad limitada.

Espero haberos ayudado con estos consejos y que toméis la mejor decisión, en cada fase de vuestro proyecto, adiós.

Puedes ver este y otros artículos de Borja Pascual en su canal de Youtube.

Ah… y aprovecha y suscríbete a su canal… ¡Que es gratis!



Leave a Comment

Your email address will not be published.

SEO AGENCY GRUPOUNETCOM

Start typing and press Enter to search